Y con todo lo que sabemos o intuimos, entreveo cuatro futuros escenarios posibles. En todos ellos, el virus se vuelve endémico por años o décadas (o indefinidamente), pero el daño que nos puede hacer varía enormemente.
1 Vacunación universal. En el mejor de los mundos posibles, las vacunas actuales o una versión mejorada de las mismas llegan aún más rápido de lo que están llegando las actuales a una inmensa mayoría de la población mundial (más del 95%), y mantienen una efectividad alta. Esta versión mejorada debería cumplir con tres requisitos para ser ideal: puede anticipar aún mejor que las actuales - que ya lo hacen bastante bien - las mutaciones que produzcan escape inmune; tiene efectos que duran durante décadas; y puede administrarse de manera segura en los primeros años de vida para que siga produciendo inmunidad en el futuro. Ahora mismo, este escenario se acerca a la ciencia-ficción.
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Vacunación + inmunidad expandida. No estaremos nada mal si las vacunas actuales siguen aumentando en producción y acceso, y además confirmamos que la inmunidad tanto por vacuna como por infección pasada se mantiene por más de un año (tiene papeletas para ello aquella que no es vía anticuerpos, sino
vía células B y T) de manera que futuras exposiciones al virus producen enfermedades cada vez más leves. En este mundo, el SARS-CoV-2 se convierte en un patógeno con el que podemos convivir con relativa facilidad, aunque posiblemente necesitemos refuerzos de vacuna con cierta periodicidad, y siempre quedará un cierto riesgo de mutaciones que nos lo pongan difícil y de zonas específicas con baja inmunidad que se vean expuestas a epidemias más severas.
3 Vacunación segmentada. Si la combinación entre inmunidad por infecciones pasadas y prevalencia de la vacunación no es suficiente para evitar picos de contagio+muertes considerables, entonces viviremos la versión desigual de la pandemia constante. Los vacunados serán los privilegiados. Si el virus muta hasta el punto de requerir refuerzos o nuevas vacunas, la escasez temporal en la oferta de los mismos volverá a producir una fila de espera en la que irán primero los países/grupos sociales con mejor acceso efectivo a salud.
Este es, de hecho, el mundo en que vivimos hoy, y en el que podemos seguir viviendo si Delta o futuras variantes acaban por aconsejar cambios en el esquema de vacunación actual. Una pandemia perpetuamente desigual que ensanchará viejas brechas y abrirá otras nuevas entre países, y dentro de los mismos. Quienes podamos, nos acabaremos moviendo solo por los caminos seguros. Quienes no, tendrán que transitar los inseguros.
4 Vacunación superada o insuficiente. Este es el escenario catástrofe. Acabamos aquí si el virus le gana la carrera a la inmunidad, a través de mutaciones cada vez más eficaces en el contagio o porque la inmunidad de las actuales vacunas e infecciones pasadas se vuelve insuficiente para producir enfermedades más leves en poco tiempo (~1 o 2 años). Esto nos devolvería a marzo de 2020.
Como ya tenemos vacunas que funcionan y las variantes solo han demostrado una cierta capacidad (baja, por ahora) para esquivar su poder de defensa, no parece un escenario particularmente plausible. Ahora bien: sí podemos estar transitando entre este mundo y el mundo anterior durante varios meses o años, hasta que estabilicemos una solución que nos acerque más a los escenarios 1 o 2.
Estos 4 escenarios son más un espectro continuo que caminos discretamente separados los unos de los otros. Por ejemplo: quizás conseguimos la vacuna cuasi-universal pero solo llega a ciertos países al principio (que vivirían en el mundo 1, mientras el resto pueden estar en el 2-3-4). O tal vez nos pasamos unos años con una inmunidad razonablemente buena (2) hasta que una mutación inesperada nos lo pone todo del revés (3-4). Pero creo que ayudan a pensar en un futuro marcado por el virus.
Eso, a medio plazo, me parece difícil de evitar.
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En el ecuador de El Señor de los Anillos, la Compañía comandada por Gandalf tiene que cruzar las Montañas Nubladas. Hay tres caminos posibles. Rodearlas por el sur implica encontrarse con Saruman, quien en ese momento se descubre como enemigo inesperado. Así que intentan cruzarlas por arriba. Pero Caradhras casi los sepulta bajo la nieve. Así que toman la ruta subterránea de Moria.
La pandemia nunca fue un pico, siempre fue una cordillera. Estamos en el tránsito por Moria. Los orcos nos han oído. El barlog está despierto. Pero parece que lograremos salir si nos mantenemos unidos. Esperemos que todos, y no sólo algunos de nosotros.